
“Estoy muy solo y triste acá en este mundo abandonado”, son las palabras que materializan al auténtico sentimiento que abundaba en las almas de miles de jóvenes argentinos, en las décadas del ‘60, ‘70, ‘80 y ‘90, sedientos de una libertad absoluta, que se evidenciaba desde una diferente forma de pensar, hasta una innovadora manera de vestirse.Inmersos en un país desorientado, con un gobierno claramente desorganizado, comenzaba a aparecer en los años ‘60, pequeños grupos musicales, con un estilo diferente al que se venía imponiendo en los medios masivos de comunicación, donde sólo vendían productos comerciales e ignoraban a la generación que ya se veía, iba a marcar historia.Pero como todo gran fenómeno, este nuevo género venía influenciado por una banda internacional que en poco tiempo había revolucionado al mundo entero. Los cuatro chicos de Liverpool habían despertados pasiones en nuestros jóvenes “protestantes”. “The Beatles” habían impuesto un nuevo estilo musical.En una superficial retrospectiva, son muchos los grupos que se destacaron, y los que han marcado un antes y un después en la historia del Rock Nacional Argentino.Hasta ese momento, la mayoría de los grupos interpretaban canciones en inglés. Pero aquellos “extraños de pelos largos” pusieron fin a lo que prevalecía, para darle inicio a una música que manifestaría la triste realidad que acontecía en el país en esa época. De esta forma se impuso un estilo musical, que luego fue denominado como música de protesta, por la rebeldía de sus letras y el contenido pacifista, en un momento donde el país estaba en continua represión, y el mundo en sí, estaba en guerra.Los primeros pasos fueron dados en el año 1965, por los “Beatniks”, liderado por Mauricio “Moris” Biravent, que venía de tocar en lugares chicos, como “Juan Sebastián Bar”, en Villa Gesell, un boliche que juntaba bandas locales. Un éxito inolvidable fue el lanzamiento de “Ayer no más”, luego interpretado por “Los Gatos” en 1967.Llegado desde Rosario, venía Litto Nebbia de la mano de “Los Gatos Salvajes”, que tiempo después, y con algunos cambios internos, pasó a llamarse “Los Gatos”, una de las primeras bandas que generó euforia en miles de adolescentes. Su mayor éxito fue “La Balsa”, que luego fue llevada al cine con el mismo nombre.La onda rockera tenía un punto de encuentro: “La Cueva”. El boliche de la Avenida Pueyrredón, que unía a jóvenes con el mismo objetivo: vivir de la música.Las letras más brillantes no eran fruto de un encierro silenciador que ayudara a meditar, sino que eran compuestas a la luz de la luna porteña, que observaba cada noche divagar por las calles a estos “pibes” con ansias de triunfar.Aquellas interminables noches empezaban, o terminaban, en “La Perlas del Once”, en Plaza Francia, o en la Plazoletas enfrentada al pasaje Seaver. Y cuando el frío hacía tiritar los luminosos pensamientos, la música continuaba en cualquier departamento que se pudiera “copar”.Los pelos largos, la barba descuidada, y una singular ropa rockera, ponían en descontento a las autoridades, y a la distinta masa generacional en sí. Es por eso, que infinitas veces la policía llegaba a los boliches donde tocaban bandas de Rock, con el sólo propósito de clausurarlo, y detenían al público y a los músicos revolucionarios, para intentar acabar con ese género, cosa que para ese tiempo ya era difícil.Las libertades de hacer lo que uno quería eran pocas, y por el solo hecho de aparentar ser “Hippie” (nominación que se le dio a las personas características rockeras en el año 1967), los jóvenes eran detenidos por “averiguación de antecedentes”.En julio del ‘66, con Onganía al mando del país, aconteció la abolición de la autonomía universitaria, conocida como la “Noche de los bastones largos”, y en el ‘67, una huelga general contra el gobierno militar, instaura en el país una férrea censura.La situación se complicaba cada año, y cada vez eran más las bandas que se sumaban a la “lucha” por la libertad de poder ser como uno quería.En la trayectoria del Rock, se sumaron “Almendra” (1968), liderado por Luis Alberto “El Flaco” Spinetta, que más tarde formaría “Pescado Rabioso”; “Manal”, Miguel Abuelo, “Colo Humano”, el dúo que marcó historia en el ‘71, “Sui Generis”, con Nitto Mistre y “Charly García”, “Pedro y Pablo”, que su primer álbum fue censurado. Asomaba también un joven guitarrsita metálico, Norberto “Pappo” Napolitano, que después formó parte de “Conexión Nº 5″, “Engranaje”, y “Pappo’s Blues”; “Vox Dei” , “Los Abuelos de la Nada”, “Arco Iris” y “Aquellarre”. En 1978, García lidera, junto a Pedro Aznar y otros, “Serú Girán”, y el rosarino Fito Páez, que era conocido en esa época por talento con el teclado fue llamado por “Charly” a participar de su grupo, lo que lo impulsó a lanzarse como solista más tarde. León Gieco ya era conocido en esa época por sus canciones pacifistas, y es así que en el conflicto por la Guerra de Malvinas, fue censurada la letra “Solo le pido a Dios”.Fueron muchísimas las bandas que surgieron en los últimos 30 años, y algunas continúan hoy en día, como “Soda Stereo”, “Virus”, “Attaque 77″, “Los Auténticos Decadentes”, “Los Fabulosos Cadillacs”, “Babasónicos”, “Ratones Paranoicos”, y centenares más que resultaría interminable mencionar.En 1982, se organizó el “Festival por la Solidaridad”, por la Guerra de Malvinas, donde participaron muchas de las bandas y solistas del momento, y fue allí donde toda una sociedad enferma de muerte aplaudió gozosamente el enorme sacrificio de una generación.El Rock ha evolucionado continuamente desde sus inicios. Sus letras nunca fueron promotoras de violencia, sino que han sido un canto permanente de solidaridad y búsqueda de justicia.EL Rock Nacional es un forma de expresarse libremente, y a pesar de los tremendos períodos oscurantistas que ha sufrido el país como lo fue la represión del ‘76 (donde se prohibían los mensajes pacifistas), y la Guerra de Malvinas en el ‘82 (donde se censuraron muchas canciones, y no se permitía cantar en inglés), ha perdurado en los años, y es hoy, al igual que el tango, un Símbolo Nacional Argentino.
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